Usos de biocarburantes

El biodiésel se ha convertido en una alternativa prometedora para abordar los desafíos relacionados con la movilidad y el medio ambiente. 

Este combustibles derivado de fuentes renovables, como cultivos agrícolas, desechos orgánicos y 

biomasa forestal son compatibles con los motores de combustión actuales, disminuyen la dependencia de los combustibles fósiles, como el petróleo, que son finitos, y además al utilizar biodiésel en el transporte, 

se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que el CO2 liberado durante su combustión se compensa durante el crecimiento de las plantas utilizadas para producir los biocombustibles; asi, de esta manera reducen las emisiones de manera inmediata entre un 60 y un 90 % en comparación con el uso de diésel fósil.

También es importante destacar que el biodiésel contiene menos azufre que el diésel fósil, lo que reduce las emisiones de óxidos de azufre (SOx) que pueden causar problemas respiratorios, y contiene menos partículas que el diésel fósil, lo que reduce las emisiones de partículas finas que pueden causar problemas cardíacos y pulmonares.

Por lo tanto, el uso de biodiésel en motores diesel no solo tiene beneficios ambientales, sino que mejora la calidad del aire y por lo tanto la salud al reducir el riesgo de enfermedades respiratorias y cardíacas.

Se clasifican en dos categorías según su uso:

• Automotrices: se emplean en motores de combustión interna.
• Industriales: se utilizan en procesos industriales como la generación de energía o la producción de productos químicos.