Los gobiernos de muchos países están apoyando el desarrollo y la producción de biocombustibles ya que, el transporte por carretera es responsable de aproximadamente una quinta parte de las emisiones de carbono de la UE, es por ello que el objetivo de la UE es reemplazar los combustibles fósiles por combustibles renovables y de baja emisión de carbono.
La implementación acelerada de energías renovables es esencial para reducir significativamente las emisiones del sector eléctrico y alcanzar el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050. Además, esto reducirá la dependencia de los países de la UE en las importaciones de energía y los hará menos vulnerables a las interrupciones que pueden afectar los precios.
Actualmente, más del 20% de la energía consumida en la UE proviene de fuentes renovables, lo que representa más del doble de la cantidad de 2004. Se está considerando la posibilidad de aumentar el objetivo del 32% de la UE para 2030, así como los objetivos para edificios, calefacción, refrigeración e industria. En septiembre de 2023, el Parlamento Europeo votó a favor del acuerdo con el Consejo Europeo para aumentar la cuota de energías renovables en el consumo final de energía de la UE al 42,5% para 2030, aunque se espera que los Estados miembros alcancen el 45%.
El biodiésel se produce a partir de aceites vegetales, que son renovables y producen menos emisiones de gases de efecto invernadero que el diésel fósil, que se produce a partir de petróleo crudo. El uso de biodiésel en motores diesel puede reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) entre un 60 y un 90 %.
El biodiésel contiene menos azufre y menos partículas que el diésel fósil. Los SOx son emisiones de óxidos de azufre muy contaminantes que pueden causar problemas respiratorios, y las partículas finas son contaminantes que pueden causar problemas cardíacos y pulmonares.
Los biocarburantes contribuyen a la conservación de los bosques, las zonas húmedas y otros ecosistemas valiosos por sus elevadas reservas de carbono o biodiversidad.
Los biocarburantes pueden fabricarse a partir de materias primas residuales como, por ejemplo, los aceites de cocina usados y las grasas residuales, lo que permite su aprovechamiento y evita su vertido al medio ambiente.
Los biocarburantes son altamente biodegradables, por lo que ante un vertido accidental se eliminan de manera natural en un plazo medio de 21 días, siendo reducida su toxicidad y peligrosidad para el medio ambiente, a diferencia del grave impacto que suponen los vertidos de petróleo y sus derivados.
los biocarburantes son la principal fuente de energía renovable utilizada y disponible para todos los medios de transporte (carretera, ferrocarril, navegación y aviación).
La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) estima que los biocarburantes evitan el consumo de millones de toneladas equivalentes de petróleo, por tanto la diversificación de las fuentes energéticas aumentan la seguridad de suministro, lo que resulta especialmente relevante en un sector como el del transporte que en el conjunto de la UE depende en un 94% de productos petrolíferos, el 90% de los cuales son importados.
El 80% de los biocarburantes consumidos en la Unión Europea son producidos dentro de la UE utilizando mayoritariamente materias primas cultivadas o generadas en Europa. El consumo de biocarburantes contribuye, por tanto, a la generación de riqueza y puestos de trabajo en la UE.
Los sectores del biodiésel y del bioetanol en España contribuyen al Producto Interior Bruto (PIB) en millones de euros.
Todo el gasóleo habitual de automoción que se vende en España contiene entre el 7% y el 10% de biodiésel, por lo que al repostar gasóleo normalmente se está consumiendo biodiésel. Adicionalmente, en algunas estaciones de servicio, se ofrecen mezclas de gasóleos con mayores contenidos de biodiésel o incluso biodiésel puro.
El consumo de biocarburantes no afecta negativamente a la disponibilidad de tierras y alimentos para satisfacer las necesidades humanas vitales. Las materias primas utilizadas para la producción de los biocarburantes consumidos en la UE requieren una pequeñísima parte de las tierras de cultivo de la UE (3%).
La producción de biodiésel en España es una realidad industrial que aúna experiencia y competitividad. En los últimos cuatro años se han producido en España, de media, 1,53 millones de toneladas al año.